Presentación
Refundar la Institución Educativa Federico Carrasquilla para que se convierta en evidencia de un proceso de gestión escolar participativo, con calidad, es una tarea posible que requiere la vinculación de la comunidad educativa, de las organizaciones sociales locales y el acompañamiento de Instituciones y empresas vinculadas a éste proyecto educativo.
Con este propósito, se han adelantado diferentes acciones de consulta y trabajo con directivos, docentes, padres y madres, estudiantes y egresados, que pretenden dotar a la Institución Educativa Federico Carrasquilla de referentes pedagógicos, didácticos y administrativos orientados al fomento de la participación, la construcción de convivencia y ciudadana y la vivencia de valores asociados a la cultura local, la identidad nacional y la pertenencia planetaria.
Esta es entonces la evidencia de nuestro caminar, articulando el Proyecto Educativo Institucional "Construyendo identidad y convivencia, 2006 - 2012".
Arleison Arcos Rivas
Rector
Reseña Histórica
RESEÑA HISTÓRICA
Historia
Reza el libro histórico de la institución que el lunes 23 de febrero de 1976, siendo las 7 a .m., se inician las labores en este centro educativo, con el nombre de Anexo Barrio Popular del Instituto Departamental de Enseñanza Media IDEM del Barrio Moscú, de Medellín. La tarea educativa institucional empezó con 55 estudiantes de ambos sexos, siendo Director del centro y único docente, el profesor Melquisedec Figueroa Palacios y Rector el Lic. Arturo Areiza.
En 1979, mediante la Resolución Departamental 23816 del 11 de diciembre de 1979, fueron aprobados los estudios de secundaria de sexto a noveno grado, luego de la visita de rigor, encabezada por el Jefe de Núcleo Iván Ochoa, Jaime Jiménez, rector en ese momento y los supervisores Hernán Gómez, Germán Franco y Martín Ochoa. El plan de estudios vigente era el establecido por el decreto nacional 080 de 1974
Para el 1980, el decreto 0854 del 23 de mayo, erige a la institución como Liceo Departamental Popular N° 1, siendo su primer Rector el maestro Hernando Gonzalez. En 1984 cambia nuevamente el nombre a a Liceo Popular N° 1 y en marzo del 2000 se le nombra como Colegio Popular.
Siendo Rector Orlando de Jesús Hernández, se aprueban y legalizan los estudios mediante la resolución 27139 del 27 de diciembre de 1982 para la básica primaria y secundaria.
UN LICEO OLVIDADO
La historia de la Institución , está llena de hitos dolorosos y momentos de júbilo, asociados a los eventos y acontecimientos que han marcado al barrio Popular.
Entre 1989 y 1990 la institución padeció los estragos de la violencia luego del traslado de la Rectora Altagracia Vélez Arango, la rectora encargada Teresita del Niño Jesús Giraldo Velásquez, que le sucedió en el cargo y el Secretario___ salieron amenazados de la institución, al igual que algunos de los docentes.
En 1991, el estado de turbulencia que el escenario urbano de Medellín vivió toca al colegio al adelantarse una toma por parte de los estudiantes y de la comunidad, la cual se organiza y se moviliza para reclamar el cumplimiento de una agenda de nueve puntos[1] entre los cuales de manera urgente se peleaba por la educación, la salud, las madres comunitarias, tarifas diferenciales en los servicios públicos y, de manera protuberante, la falta de espacios en la precaria planta física de la institución, así como el reclamo por el mejoramiento “de la calidad pedagógica de los establecimientos de la comunidad”.
Al respecto puede leerse en los recortes de prensa de la época:
“Los estudiantes del Liceo Departamental Popular N° 1 se encuentran entre promesas y frustraciones, entre la espada y la pared. Desde hace tres semanas, cuando decidieron tomarse el colegio porque no existían aulas disponibles para algunos grupos, empezó un calvario que aún no termina.
(…) El jueves pasado, los establecimientos educativos, las empresas transportadoras y el sector comercial de los barrios Divina Providencia, Granizal, Popular Nº 1, villa del Socorro, El Porvenir y Andalucía La Francia se unieron a la protesta del Liceo Popular N° 1y realziaron una jornada cívica que paralizó la actividad en la zona”[2].
“En el pliego de peticiones presentado a la Secretaría de Educación Departamental las organizaciones cívicas de la comuna Nororiental solicitan, entre otros servicios, rebaja en las tarifas del transporte para estudiantes, el fortalecimiento de los Hogares Comunitarios y la reconstrucción de la Escuela La Isla (…)”[3].
En dicha ocasión, los estudiantes y la comunidad reclamaban “aulas de clase, espacios recreativos y culturales, cambio de la rectora, rebaja en las tarifas de transporte, respeto a la vida, traslado a educadores cuestionados en el barrio, derecho a la educación por la carencia de un funcional y pedagógico liceo”[4].
El día 27 de febrero, los estudiantes marcharon desde los bordes de la ciudad al centro, extendiendo la responsabilidad geográfica y política la protesta hasta la Alpujarra. En su crónica, el periódico El Colombiano leyó así tal hecho:
“Se movían de un lado para otro buscando una respuesta (...) venían de todas las comunas, de estos barrios del nororiente y del noroccidente, siempre olvidados y cansados de promesas y diagnósticos. De cifras que no entienden, de gente que no encuentra donde estudiar, de violencia diaria, de incertidumbres ciertas”[5].
En un recuadro de la misma página El Colombiano titula: “No más consejos de consejerías” aludiendo al decir de los organizadores de la protesta, quienes expresaban claramente su deseo:
“Queremos que el gobierno se haga presente en los barrios populares. La falta de asistentencia del Estado nos tiene desconcertados. Nuestros jóvenes pierden la confianza en sí mismos, en sus posibilidades. Nos están cortando el camino… el del futuro, el de ser mejores”[6].
El estado del Liceo era calamitoso, tanto que se decía que era “un Liceo olvidado”[7]. En el mismo documento se dice:
“(…) Se tomaron el colegio y la comunidad respondió; además 15 organizaciones cívicas populares apoyan la construcción de la tercera planta en la edificación donde funciona el Liceo.
Aunque la solución debería ser un colegio nuevo, que cuente con escenarios deportivos y un laboratorio para realizar las prácticas de física y química y una biblioteca para que los muchachos puedan consultar”
A partir del 28 de febrero de 1991 se desempeña como Rector encargado el Licenciado en Administración Educativa José Ignacio Gutiérrez Piedrahita a quien le correspondió hacer frente a dicha crisis desde la primera semana de clases, en la cual interviene incluso la Alcaldía de Medellín, en cabeza de Omar Flórez, los Secretarios de Educación del municipio y el departamento, la Consejera Presidencial María Emma Mejía y otros funcionarios locales y regionales, quienes se comprometen, en un acuerdo firmado el 13 de marzo de dicho año, a garantizar los recursos del presupuesto para la ampliación de la sede bachillerato de nuestra institución y adquirir una casa para la construcción de los laboratorios y la biblioteca. De igual manera se adelantaría un análisis académico de la institución para adecuar nuevas áreas académicas y dos modalidades en los colegios de la zona. Los trabajos de compra, adecuación y construcción se adelantaron a partir de septiembre de dicho año.
Superada –aparentemente- la crisis, los estudiantes retornaron a las aulas desde el 14 de marzo de 1991, luego de las siete semanas que duró la movilización ciudadana. La institución se empeñó en democratizar sus formas, avanzar hacia un máximo de calidad, adelantar actividades de recreación y promoción cultural, así como la fundamentación axiológica de su proyecto educativo, trabajando bajo principios de respeto, aceptación y orientación de los alumnos, comprensión, libertad y madurez personal como cimientes de la verdad, pues hasta el 2005, el lema institucional fue “la verdad, camino de libertad”, siendo reemplazo en el 2006 por el de “construyendo identidad y convivencia”.
En el año 1992 y 1993 la institución conforma los grados décimo y undécimo respectivamente. La crisis aparece nuevamente en la institución, pese a que el cronista del historial señala que “se empieza un año de esperanza y de paz”, con una planta física en proceso de ampliación. Ésta vez ,con el recrudecimiento de las amenazas a los docentes José Enrique Cuellar, el 4 de marzo y María Cristina Ruíz, el 21 de agosto, la institución vuelve a sentir el peso de la violencia. Con la última amenaza los docentes y estudiantes se declaran en asamblea por tres días, al cual se sumó un paro del magisterio adelantado el de 7 de septiembre de 1993.
1993: PRIMEROS BACHILLERES
Desafortunadamente, los cronistas de la época no dejaron consignadas sus lecturas de la realidad institucional en los documentos históricos posterior a la toma estudiantil y el paro cívico relatado.
En los registros, se consigna el seguimiento hecho por Secretaría de Educación y la Consejería Presidencial orientado a programas de capacitación docente sobre diagnóstico y desarrollo cultural del barrio Popular, con miras a impulsar la proyección de la modalidad de Ciencias Humanas.
En el proceso de fortalecimiento de las relaciones comunitarias, se ha venido celebrando las tradicionales fiestas institucionales, como expresión pictórica, folclórica, musical, dancística y académica orientado a los estudiantes y al barrio como escenario social. En dichas fiestas se ha adelantado el Reinado de los Valores para promover talentos y actitudes positivas antes que apariencia física en las “Miss Valores”.
En el año 1993, la causa popular tiene una noticia alentadora: la graduación de los primeros bachilleres de la institución, denominada por la gente para ese entonces Liceo Popular
LA NUEVA LEGISLACIÓN EDUCATIVA
En el año 1994, la crisis parece haber quedado atrás. 25 docentes y el bachillerato completo, luego de haber graduado a la primera promoción llenan de entusiasmo a la comunidad educativa, la cual se empeña en la tarea de hacer realidad la nueva legislación educativa elaborando participativamente el Manual de Convivencia.
A consecuencia, se implementa el programa del Servicio Social del Estudiantado, por el cual se promueve la vinculación estudiantil a labores de promoción y orientación comunitaria. Los mejores estudiantes de la institución y los personeros fueron vinculados a los diferentes programas del Centro Oficial de Adultos Gregorio Gutierrez Gonzalez, muchos de los cuales continuaron como docentes voluntarios de dicho centro luego de su servicio social.
Este centro se anexará a la institución como jornada nocturna.
Para el año 1995 la tarea es desarrollar los instrumentos institucionales descritos en la ley 115 de 1994: El Proyecto Educativo Institucional como apuesta autónoma de organización del currículo y el plan de estudios. Al tiempo que la construcción física era prometida – con la idea de ampliación en una segunda etapa-, la construcción operativa institucional también: Se conforman instancias del gobierno escolar, como la Personería , siendo el primer personero elegido GIOVANNI MARTÍNEZ.
Este año, en el mes de junio, la Institución recibe por parte del Concejo de la ciudad, la instalación de un circuito cerrado de televisión, que pronto es utilizado para la emisión de mensajes institucionales y la realización del proyecto de educación sexual.
Con el tiempo, este canal interno se habría deteriorado y, finalmente, desaparecería. Lo que no desapareció fue la crisis, la cual se avivó cuando, el 5 de septiembre, los estudiantes se tomaron nuevamente el colegio protestando por el incumplimiento de la Alcaldía y la Consejería Presidencial. Dicha protesta finalizó el 19 de septiembre, más a ella siguieron las amenazas a los profesores Hector Arias Palacio y Carlos Alberto Santamaría los cuales, valerosamente, deciden no solicitar traslado ni retirarse del establecimiento.
No obstante, el año escolar finaliza, destacándose Luis Quejada Gómez como el mejor bachiller de la institución.
Para la época, la institución adelanta un destacado trabajo artístico y cultural que se evidencia en la existencia del grupo de danzas, el grupo de teatro y el grupo de tango, entre otros. De igual manera, muchos de sus docentes se articulan a procesos de promoción cultural, adelantando talleres y celebraciones con los estudiantes, destacándose el día de la antioqueñidad y las fiestas liceistas por su alegría.
Para la fecha se adelantan variadas acciones pedagógicas tendientes a restablecer la dinámica educativa, tales como convivencias, salidas recreativas, acompañamiento sicológico.
El municipio y la Nación inician la construcción de la tan esperada ampliación de los laboratorios y demás que se requerían y cuya demanda provocó la toma precedente.
CONTINUAR EL RELATO 1997 – 2005
El 23 de marzo de 2001 cambia nuevamente su nombre, en homenaje al Sacerdote Federico Carrasquilla, líder de las luchas populares ocurridas en Medellín en las décadas del 60 al 80, gestor de organizaciones comunitarias como FEPI y APIC, y promotor de obras de promoción humana, desde su fuero sacerdotal.
En el año 2003, en cumplimiento de las disposiciones nacionales emanadas de la ley 715 de 2002, son fusionadas por Acuerdo Municipal la Escuela Divina Providencia y el Colegio Federico Carrasquilla constituyendo la Institución Educativa Federico Carrasquilla.
Para el año 2005 sobreviene una nueva crisis – DOCUMENTAR CON PERÍODICOS E HISTÓRICO
En el mismo año la Institución tiene tres rectores: dos encargados -Roberto Díaz y Alvaro cuervo quien le reemplazó en el período septiembre – diciembre – y Arleison Arcos, elegido por concurso, quien inicia sus labores el 16 de enero de 2007, al igual que 37 docentes que también ingresaron por concurso de méritos.
En estos años hemos contribuido a la formación de más de 50.000 niños y niñas entre los más pobres de la ciudad, construyendo para ellos posibilidades para modificar sus condiciones de vida por medio de la educación.
Años en los que más de 150 docentes han aportado a la realización de la libertad, la autonomía, la responsabilidad y la vivencia de valores, centrándose en la persona humana, en sus problemas, en sus posibilidades y potencialidades.
Años vinculados a la vida comunitaria en el Barrio Popular y en la Comuna 1 de Medellín: Hemos estado allí en los momentos más atroces y en las alegrías más intensas; en las desdichas y el dolor, en la esperanza y la pasión, en la guerra y la muerte, en la paz y la vida.
Años en los que hemos visto crecer al Barrio en torno a su escuela Divina Prtovidencia, en torno a su Liceo Popular, que se convierten hoy en el patrimonio histórico de la Institución Educativa Federico Carrasquilla.
Años en medio de las protestas pero también de las propuestas constructoras de barrio, ciudad y nación.
Años en los que nos hemos convertido en constructores de identidad y convivencia.
[1] (1) Por un centro auxiliar de ervicios docentes, con dotación para áreas como la industrial de comercio, de salud y nutrición, de artes y de ciencias. (2) Por la reubicación del profesorado. (3) por nuevas materias. (4) por una escuela en el Barrio La Isla. (5) Por una tarifa de transporte diferencial para estudiantes. (6) Por los grado 10 y 11 para le Liceo Popular N° 1. (7) Por una atención adecuada de los hogares comunitarios. (8) Por la dotación de las bibliotecas populares de la zona. (9) por la construcción de un parque recreativo en la carrera 46 con la calle 118. “No más consejos de consejerías”. En: Periódico El Colombiano. Medellín, jueves 28 de febrero de 1991, p. 2B recuadro. Metropolitana.
[2] “Entre el miedo esperan soluciones” . En: Periódico El Mundo, 1991, marzo, spi. Archivo histórico de la Institución Educativa Federico Carrasquilla.
[3] “Entre el miedo y las promesas. Siguen líos en el Liceo Departamental Popular N° 1” . En: Periódico El Colombiano, 1991, no hay día, p. 6. Archivo histórico de la Institución Educativa Federico Carrasquilla.
[4] Documento interno “historial”. Medellín, Institución Educativa Federico. Mimeo, spi. 1995?
[5] ¡Vinimos a exigir, no a pasear” En: Periódico El Colombiano. Medellín, jueves 28 de febrero de 1991, p. 2B Metropolitana.
[6] Idem
[7] El Colombiano, Medellín, lunes 11 de marzo de 1991
[1] (1) Por un centro auxiliar de ervicios docentes, con dotación para áreas como la industrial de comercio, de salud y nutrición, de artes y de ciencias. (2) Por la reubicación del profesorado. (3) por nuevas materias. (4) por una escuela en el Barrio
[2] “Entre el miedo esperan soluciones” . En: Periódico El Mundo, 1991, marzo, spi. Archivo histórico de
[3] “Entre el miedo y las promesas. Siguen líos en el Liceo Departamental Popular N°
[4] Documento interno “historial”. Medellín, Institución Educativa Federico. Mimeo, spi. 1995?
[5] ¡Vinimos a exigir, no a pasear” En: Periódico El Colombiano. Medellín, jueves 28 de febrero de 1991, p. 2B Metropolitana.
[6] Idem
[7] El Colombiano, Medellín, lunes 11 de marzo de 1991